24 noviembre, 2005

Traduttore (Non) Traditore


Conversaba con Augusto, Hernán y mi hermano Alfredo acerca de una anécdota juvenil que tenía que ver con cierta traducción del poema 'If' de Rudyard Kipling, de la cual yo retenía aún sólo algunos versos en la cabeza. A propósito de haber traido el tema a colación (tentempié, piscolabis, refacción) Googleé un rato para ubicarla, sin tener mayor éxito. ¿Será posible que entre los cientos de millones de páginas de la web no exista colgada siquiera una copia de la muy feliz traducción de 'If', la cual -según Alfredo- probablemente sea un raro caso en que la traducción supere al original...? (excepción hecha, por supuesto de aquel 'Res non verba', o sea 'Las vacas no hablan', según alegremente se atribuye como de procedencia argentina).

Parte por suplir esta imperdonable omisión web-era además de honrar a quien nos entregó a Alfredo, Chicho y a mí (es decir, mi padre, "El Doc"), he aquí la traducción de ese antológico 'If', de autor (aún) desconocido.

SI

Si conservas el juicio cuando todos lo han perdido,
Mientras te juzgan ellos, por tu cordura, loco
Si sólo en ti confías cuando estás perseguido,
Dejando que la duda se vaya poco a poco.
Si esperas resignado sin cansarte en la espera,
Si calumniado, nunca devuelves las injurias
Porque no sientes cólera
Y encuentras la manera sin mostrarte violento, de soportar sus furias.
Si a soñar has llegado sin ser tú sólo sueño,
Si pensar puedes sin que tu pensamiento
Sea el único norte de tu acción y tu empeño,
Si una verdad que has dicho te la devuelve el viento,
Por labios de villano desvirtuada o torcida,
Si no te inmuta el odio de los hombres falaces,
Si cuando ves quebrarse la ilusión de tu vida,
Con fuerzas ya gastadas de nuevo la rehaces.
Si en un monton reúnes ganancias y riquezas,
Y arriesgas todo de golpe en una suerte,
Y ante la misma perdida, con ágil fortaleza,
Trabajas, olvidando lo que pudo perderte.
Si puedes a tus músculos, tu corazón, tus fibras,
Obligarles, gastados, de nuevo a sostenerte,
Si luchas sin desmayo cuando ya apenas vibras,
Porque es tu voluntad, más que tus huesos, fuerte.
Si hablando a multitudes no pierdes el buen juicio,
Y andando con monarcas no caes en jactancia,
Si amigos y adversarios te arrastran hacia el vicio,
Mientras los compadeces sereno y a distancia,
Si vives en el vértigo, y al girar de la Tierra
Corres con los minutos sin que nada te asombre,
Tuyo ha de ser el mundo con todo lo que encierra,
Tuyo al fin, hijo amado, ¡porque serás un Hombre!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la versión. Es muy bella.

Y el autor es Rudyard Kipling.

Saludos

Los hijos negados del Dr. No dijo...

Gracias por el comentario, Ileana. Actually, me refería al autor de la traducción del poema de Kipling.