24 mayo, 2006

Epístola Metronómica y Poco Nanológica a los Gálatas, O Sea Al Fiel Cardumen Lector, También Llamado Masa o Legión (Que A Veces Es Extranjera)

(Daguerrotipo de El Metrónomo en pleno intercambio de camisetas con integrantes de tribu bereber en el Sahara Occidental, luego de ardoroso partido de fútbol playa por el campeonato 'Arenas del Riff', en Mayo del 2006. Lo acompaña, abajo a la derecha, Kahn, fiel escudero y mejor consejero literario -pues a todo dice 'Wow!'-, tantas veces merecedor de sonados elogios que no bajan de '¡Qué bonito tu can!')
Ante el inenarrable sirocco de muestras de solidaridad, lealtad y también cacha que se han manifestado en los comentarios adosados al más reciente post, suscitados a partir de la lectura de las entrelíneas de este columnista acerca de la posibilidad (que no desmiento ni niego, sino todo lo contrario) de clausurar este foro, los cuales de modo gratificante le hacen sentir a uno que no ara en el desierto (cual tuareg en época de siembra, si eso es posible), quiero dedicar -con el respeto que me merecen- unas líneas de Vallejo, nuestro más genial vate (de béisbol, es decir, porque a veces jugaba de jardinero de izquierda -naturalmente- o también de catcher, cuando la hizo de catcherito allá en los parques de pelota de París, con aguacero).

Llipin runakuna
Payman hamuspa muyuykunku,
Ayataqmi paykunata rikurispa,
Ancha llakisqa, phataq sonqontin,
Allillamanta hatarispa,
Ñawpaq hamuq runaman mak’alliykukuspa:
Puriyta qallarin…

[¿Qué? ¿Alguien no entendió? Pero si es facilito...
..............Le rodearon millones de individuos,
..............Con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
..............Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
..............Entonces, todos los hombres de la tierra
..............Le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
..............Incorporóse lentamente,
..............Abrazó al primer hombre; púsose a escribir. ]

(Normita: te veo, más tarzán y caleta nomás porque ya se sabe que Callao-es-mejor-que-Lima, a las 6:00 p.m. allá en el telaraña de costumbre, frente a tu Cenecape. Lleva todas las esencias, porque me hace falta un buen masaje y por favor, esta vez tampoco te olvides de traer tu mameluco (if you know what I mean...)]

17 mayo, 2006

Cotidiano


Marriage is a wonderful institution. But, who wants to live in an institution?
-Groucho Marx-
Este post se llama cotidiano porque todo el mundo precisa cortarse las uñas de los pies, roncar, evacuar gases estando dormido, tener diarreas y ocasional mal aliento. Pero es probable que a todos quede claro que la convivencia prolongada (en algunos casos, el matrimonio) tiene también su discreto encanto. Como ver a quien se quiere rasurándose las piernas...
You don't need no fancy tricks,
Painted eyes or glossy lips.
I love you just the way you are,
Hope you don't mind my beat up car.
You don't need to change your dress,
You don't need to change your shoes,
Don't try to hide your natural looks.
Forget about the cover, let me read the book;
Don't get me wrong, I like them heels
But the way I feel is the way I feel.
You don't need to change your dress,
You don't need to change your shoes,
Go ahead be wild and free
You don't have to shave your legs for me.
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-Keb' Mo', 'Shave Yo' Legs', Epic Records, 2004-

10 mayo, 2006

Ai Lof Yu Beibi, o "Can't Get My Eyes Off You"


A Diana García, por "Tú, Yo & Mis Discos" (¡yeah!) / A Roy Morris, por "Ritmos del Mundo" y la afición a los covers / A los alumnos del cuarto grado del Colegio 'Baden Powell', y al genial coro que alguna vez armaron/ ¡Sí que sí!.

En agosto o setiembre de 1995, a poco de haber iniciado la sustitución de mi casseteca al formato CD, recuerdo haber empezado a tararear una canción conocidísima que -estaba seguro- había oido mil veces, pero cuyo nombre no recordaba. En esos días, Diana García, añeja conductora de radio tenía en las tardes de Telestéreo 88 una reedición de su sempiterno 'Tú, Yo & Mis Discos' y de cuando en vez (aún éramos carentes de internet) recibía llamadas de los oyentes durante las pausas comerciales. Recurrí a ella, una verdadera enciclopedia de la música pop desde los setentas, para preguntarle el nombre de la canción que empecé a cantarle. "¡Aaaaaaaaahhh, facilísimo! -me dijo- se llama 'Can't Take My Eyes Off You' y es de Franky Valli". "¿Perdón? -repliqué- Diana, ¿estás segura que no se llama 'I Love You, Baby'?". Hubo un silencio como de reproche y me insistió "No. Se llama así y si quieres conseguir el CD, vete a las galerías de Bajada Balta, donde mi amigo Coco Drextre y pídele uno que tenga los grandes éxitos de 'The Four Seasons' y fíjate que ahí estará, y con ese nombre". Le agradecí, y por supuesto, fui al comprar el CD donde Coco Dextre (entre paréntesis, éste es aún el más reputado fan peruano de Elvis: tanto, que ha sido entrevistado en varios programas internacionales y su colección de música y memorabilia del Rey es pasmosa).

En efecto, el nombre correcto es 'Can't Take My Eyes Off You', aunque este nombre contiene un error gramatical, pues debió ser en realidad 'Can't Take My Eyes Off Of You', con un 'of' algo cacofónico, a decir verdad. Pero, ¿qué es lo que ha enganchado a tanta gente con esta canción de la que tantas y tantas veces se han hecho covers?. Por lo que se sabe, fue originalmente escrita en 1967 por Bob Crewe en ocasión del nacimiento de su primera hija. De ahí el 'Pardon the way that I stare / There's nothing else to compare', el cual recuerda el embeleso que todos los padres hemos sentidos al contemplar a nuestros hijos cuando son bebés (ya la adolescencia se encargará de cambiar el embeleso por estupor, imagino). Pero, tal como se suele decir, no hay necesaria identidad entre lo que el compositor propone y lo que el público quiere realmente oír, de modo que de inmediato el tema fue adoptado como uno de esos himnos, que entre simpaticones, emotivos y hasta tontolines siguen enganchando parejas alrededor del planeta (provoca darle la razón a McCartney, 'Some people wanna fill the world with silly love songs / And what's wrong with that?...').

Bueno. A lo que iba. La canción es de mis favoritas, tanto, que hace unos meses grabé un CD sólo con diecisiete de las ene versiones que tiene el tema. Este reciente fin de semana me preguntaba por el momento en que me hice fan incondicional de la canción. Como en muchas circunstancias de la vida, ubiqué perfectamente la situación: fue en 1978, en el cine 'El Pacífico' al ver 'The Deer Hunter'. Hay una escena en que están De Niro y Walken jugando billar; alguien en la rockola pone una canción, y ésta empieza a sonar y entonces...



No es una escena especialmente bien lograda; es más, es una escena cualquiera de un film que es magnífico por muchas otras razones, pero lo cierto es que ahí 'Can't Take My Eyes...' destaca muchísimo, tanto como para que entre las búsquedas de Google sea la película que más se cite vinculada a la canción. Por cierto, también el tema se prestó muy bien para los livianos excesos de los 'Coneheads' (1993, con Dan Aykroyd haciendo de extraterrestre, llevando al cine el exitoso sketch televisivo de 'Saturday Night Live'), para el vibrante contexto de la paranoia de Mel Gibson en 'Conspiracy Theory' (1997, cuando ve hacer workout a Julia Roberts y en la cabalgata del final, con la dubbeada versión de Lauryn Hill) o también para la risueña travesura colegial de Heath Ledger en '10 Things I Hate About You' (1999).

Sólo para darme el gusto, y mientras hago un reprise del tema con la bastante meritoria versión que hizo Morten Harket, a hoy aún vocalista de A-Ha, escribo una relación de los covers más significativos y difundidos de esta canción:

('Can't Take My Eyes Off You, Morten Harket, Warner / WEA, 'Coneheads' OST, 1993)
A saber, las cuchumil versiones son: Franky Valli (1967), Vikki Carr (1967), Andy Williams (1967), The Easy Beats (1968), Engelbert Humperdinck (1969), The Supremes & The Temptations (1969), Nancy Wilson (1970), Gloria Gaynor (1981), Boys Town Gang (1982), Sheena Easton (1990), Pet Shop Boys (1991), Morten Harket (1993), Lauryn Hill (1997), Save Ferris (2000), Muse (2002) y Manic Street Preachers (2003). Según he leído, hay versiones editadas de Al Martino, Maureen McGovern y la propia Shirley Bassey, así como de los infaltables James Last y Ray Conniff, aunque ninguna de éstas me consta personalmente.

Después de todo, muy bonita canción, n'est ce pas?
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07 mayo, 2006

Cine Independiente

Con cast familiar, encabezado por Carlita (akaZuavezita’), a continuación un vibrante cameo, que incluye –entre otros- al autor del Metrónomo, al Doc, a Pluto, a George Doble Ve, a Christopher Reeve y Ungenio González al lado de Chito y Wic. Es la ópera prima del promisorio director de cine Alfredo ‘Papi’ Barrientos (que viene a ser el Gordito de la piscina).

Se llama ‘Carlita Tribute’.



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06 mayo, 2006

¡Y Dale Bayern! (El River, El Barça, Los Tecos y Un No Muy Largo Etcétera)


Acaba el partido y el resultado es FC Kaiserlaustern 1, Bayern München 1, mientras que en Berlín el Hertha BSC vence al Hamburger SV por 4 a 2. ¡Bayern campeón por vigésima ocasión, doble campeón de Copa y de Liga!. ¡Y dale Bayyyy...! plas-plas-plas-plas... ¡Y dale Bayyyy...! plas-plas-plas-plas... ¡Y dale Bayyyy...! plas-plas-plas-plas... (han de tener, supongo, también alguien como Pocho Landa allá en München, repartiendo maderitas en Oriente para el respectivo plas-plas-plas-plas).

Quiero contar que mi afición por ese equipo tiene casi treinta y seis años, pues nació con el mundial del '70 y las figuritas de Sepp Maier, Gerd Müller y Franz Beckenbauer, el magnífico trío que sentó historia en la selección alemana. Desde ahí soy del Bayern: es decir, no hubiera sabido qué partido tomar en el caso -según especulábamos en el '74 con Martín Guerra García durante alguna clase de historia con El Chino Teruya (que era japonés)- de que la "U" hubiera llegado a la final de la Intercontinental en el supuesto de que el chusazo de Chumpi no hubiera dado en el travesaño del arco de Unión Española, rompiendo un empate en el minuto 44 del segundo tiempo del partido de vuelta en Lima por el pase a la semifinal de la Libertadores de ese año.

Así como soy del Bayern, en una de esas simpatías gratuitas que uno se concede desde antes de peinar canas (antes que peinar calvas: aquéllas son preferibles a éstas), siempre he simpatizado por el equipo de fútbol del Club Atlético River Plate. ¿Habrá sido por natural antagonismo al Boca Juniors, equipo proveniente de barrio popular, con estadio pretencioso y marrullero y de hinchada intransigente? Tal vez sí. Es lo más probable. Y aunque en los últimos años el equipo no haya cosechado logros realmente de valía, ahí se le sigue, fiel a los vaivenes tan propios del fútbol. Por decirlo de modo polite: ¡Millonarios forever!, ¡Bosteros, go home!. Por cierto, aún recuerdo la cara de estupefacción que puso el vendedor de un puesto de souvenirs en el propio barrio de La Boca, en mi primera visita a Buenos Aires, cuando le pedí un prendedor con el escudo de River: "Che... ¿venís a La Boca y me pedís un prendedor de River? ¡Vos tenés que estar loco!..."

Tal lógica no se aplicaría, por ejemplo, a mi afición por el Barça, la cual surgió en la época en que El Cholo Sotil paseó sus lujos por el Camp Nou al lado de Cruyff y Neeskens. Desde ahí soy tan culé (y no mucho después, como alguna vez ha insinuado mi cumpa y amigo Goldo) como el 99% de los peruanos que hoy disfrutan de la Liga Española por Cable Mágico o ATV. Ahora, con el cartel de Ronaldinho y Eto'o pocos no se aficionarían también (así cualquiera, como los del Cristal, que empezaron a tener más de cuatro hinchas cuando se llevaron a toda la "U", allá en los setentas).

Hablando de cristaleros antiguos, mi hermano Chirrín estudió Medicina en la Universidad Autónoma de Guadalajara, en México. Acabando su carerra, en 1985 y a punto de partir definitivamente hacia la Isla del Encanto, fui a visitarlo a la espléndida y muy vistosa capital tapatía. Si bien alguna tarde él me propuso ir a ver al Guadalajara FC al Estadio Jalisco, preferí ir a ver jugar a los Tecolotes de la UAG (los Tecos, abreviadamente) ante un equipo que ya no debe ni existir, el Tampico-Madero. La calidez del Estadio 3 de Marzo -ubicado dentro del extenso campus de la UAG y ulteriormente Estadio sede de México '86- no hizo nada más que convencerme. Cada vez que se mencionó a los Tecos, fuere por los malos resultados de la mano de Uribe o porque El Chorri los hizo ganar, mi corazón de hincha estaba irremediablemente de su lado. Por cierto, hace poco Augusto Effio me prestó un libro de crónicas escrito por Juan Villoro en el que destacan muchos recuentos sobre el fútbol mexicano (o futból, como le llaman tan obstinadamente por allá); pese a leer con detenimiento algunas sabrosos recuentos acerca de ese balompié, todo lo que no sea Tecos, me seguirá pareciendo confusamente inextricable.

Aunque mi cuñado favorito se hirsute (en el hipotético negado que leyera esta nota), los futboles (¡Marco Aurelio, help!, ¿cómo se pluraliza la palabra fútbol?) franceses, holandeses y hasta británicos me parecen de segundo escalón. ¿Será por eso que ningún equipo me ha llamado tanto la atención así como parcializarme en condición de hincha?. Ni el Ajax, ni el Manchester, ni el Paris Saint-Germain o el PSV Eindhoven (aún con el brillante concurso de Foquita Farfán) me motivan más que lo que pudiera motivarme tomar partido -o no- por el Atlético Chalaco, el Deportivo Junín, el Independiente de Medellín o el Saprisa de Costa Rica.
Y aunque así sean las cosas y cupiera designar (como en concurso literario bloguero) menciones honrosas, sí reconozco que tranquilamente podría ser hincha del Panathinaikos FC de Atenas, del centenario Ferencvaros de Budapest, del Dynamo de Kiev, del Estrella Roja de Belgrado (lo pongo en castizo pues sabe Dios cómo se dirá 'Estrella Roja' en serbio) y del Deportivo Municipal de Lima, equipos todos de ánimo aguerrido y respondón, rivales de aquellas lejanísimas noches de verano limeñas de los setentas que encumbraron e hicieron mucho más dignos los triunfos del mejor equipo de fúbol del mundo: ¡Universitario de Deportes!.
(Y el que diga lo contrario es un fanático, ya sabemos...)
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05 mayo, 2006

Still Got The Blues

Para no quedar mal, en primer lugar por aquello de ser éste un salón literario musical de arritmias y descompases y en segundo, porque he sido reputado como que gusto del blues armenio, he decidido -ahora que la tecnología y el gorreo de royalties lo permite- poner en vuestra disposición auditiva un blues que, a mi juicio, es representativo.

Para empezar, todos sabemos que el blues es una corriente musical negra que nació en el sur de los Estados Unidos, en la zona del delta del Mississippi, fundamentalmente ejecutado -quiero decir, musicalmente, no en el modo en que lo haría el Klan en alguna eutrapélica versión Lynch- con una guitarra, un tubo metálico si es que había slides (haciendo las veces de capotraste móvil) y una armónica de un solo tono. Cuando esas raras y felices mezclas hicieron que a dichos instrumentos se añadiera la ágil versatilidad de un piano, los acordes del boogie-woogie y la coralidad de los spirituals, ya el blues estaba más que completo. Lo demás han sido valiosas e innovadoras ramificaciones que llevaron al blues hacia ritmos más eléctricos, abarcando muchísimas de las más destacadas voces, de modo independiente a su primigenio origen negro: así, hay corrientes de blues en Inglaterra, Francia, España, fortísima en Argentina y, con toda seguridad, también en Armenia (aunque esto aún no me consta personalmente, pero con el antecedente de haber oido blues en quechua tampoco me sorprendería).

A todo esto, usualmente se asocia la palabra blues a la nostalgia o la melancolía; alguna vez oí a un pianista blanco de blues explicar cómo sintió una discriminación-al-revés cuando uno de sus pares, un músico negro, le dijo que 'Los blancos o se deprimen o se bajonean, pero jamás podrán tener un exacto blues'. Tal vez no le faltaba razón: según los entendidos, las tonalidades del blues provienen del intento de aproximar una escala pentatónica africana -traida a América por los esclavos negros- a la heptatónica occidental y, como resultado de ello, surgieron muchos tonos imitativos intermedios, difíciles de transcribir a un pentagrama. A más de ello, como en todo otro género de raíz popular, los temas de las letras de los blues originales eran, por regla general, muy personales y contenían con frecuencia alusiones a traiciones, abandonos y amores no correspondidos, configurando situaciones penosas de quiebre anímico, soledad, lejanía, desazón o hambre. Como consecuencia de ello, algunos entienden que el blues es una aproximación músical a una sociología profundamente enraizada en la experiencia sureña negra y que expresa tan peculiar microcosmos con intensa pasión autobiográfica.


No hace mucho, un amigo que no conoce nada de blues me pidió que le pusiera una canción que evidenciara todo lo que he tratado de explicar hasta aquí. Entre las algunas-cuantas que obran en mi poder, decidí por una del inacabable B. B. King. La escogí no solamente porque es una versión de un clásico compuesto por Big Bill Broonzy en 1941 y cuenta con el concurso de otro genial bluesman, Eric Clapton, sino porque pone en su música y sus lyrics una de las expresiones más genuinas del blues de todos los tiempos (y porque, además de todo, también me trae muy buenos recuerdos).

'Key To The Highway', de Big Bill Broonzy, en voces de B.B. King y Eric Clapton (del álbum 'Riding With The King', Reprise / WEA, 2000). Instrucciones de uso: Dar Play, cerrar los ojos, menear la cabeza al ritmo de la música y al mismo tiempo taconear con el pie izquierdo, tap... tap... tap... tap...

I've got the key to the highway,
Billed out and bound to go.
I'm gonna leave here runnin',
Walkin' is most too slow.
I'm going back to the border
Anywhere I'm better known.
Because you haven't done nothing, baby
But drove a good man from home.
When the moon peeks over the mountains
You know, I'll be on my way.
I'm gonna roam this highway
Until the break of day.
Oh, give me one more kiss darlin'
Just before I go,
'Cause when I leave this time, girl,
I won't be back no more.
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04 mayo, 2006

The Writer (Reloaded): Para Normita

He sido advertido por informantes del Cervisio de Intelijensia (sic) de A Coruña, en Galicia, España, que en reciente post ('Los Guapos del Barrio') en 'Lado B' -blog de nuestro buen amigo y destacado escritor Juan Carlos Bondy- acerca de la guapitud de algunos hombres de letras, ha sido añadido veríficamente y sin aparente añagaza un comentario de nuestra siempre querida Normita Tinoco, en la que se reclama la ausencia del suscrito en tan oportuna relación.

A fin de que se tome debida nota del alcance de tal pretensión, adjunto fotograma del conductor de este espacio con botella de Heineken, frente a bosquecillo de Connecticut sobre veloz motocicleta Harley Davidson modelo 1945 y -dadas las actuales circunstancias no sólo etnocaceristas y apristas, sino también de índole profesional- a punto de arrancar a surcar la Ruta 66, en versión open road por tiempo indeterminado.
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- Gracias a 'Joe Cool' Snoopy, por los shades, y a Joe, por la Harley -

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(Get Your Kicks On) Route 66

"Get your kicks on Route 66 / It winds from Chicago to L.A. / More than two thousand miles all the way..."

Desde su inauguración en 1926, la hoy Histórica Ruta 66 atraviesa ocho estados en el camino de Illinois a California. Esta carretera comprende más o menos unos tres mil ochocientos kilómetros y ha sido parte viva de la historia americana desde los días de la depresión; en días presentes constituye un importante ícono en la cultura pop norteamericana, convocando alrededor de sí centenares de clubes de fans y asociaciones que patrocinan su conservación. Aparece con frecuencia en innumerables citas en todos los medios imaginables desde "Viñas de Ira" de John Steinbeck (libro que la bautizó como el "Mother Road" por su aporte a la migración hacia el oeste durante el siglo XX) a la serie de CBS "Route 66" (que la asoció con los Corvette de la época, entre 1960 y 1964), su inclusión en la próxima película Disney Pixair (denominada "Cars", para evitar la confusión con la serie antes dicha), hasta la línea de ropa económica distribuida por K-Mart (llamada "Route 66" en expreso honor).

En el ámbito musical (el que más nos interesa, dicho sea de paso, y a partir del cual se motivó mi interés personal en este americanísimo asunto), hace algunos años vi en un canal argentino de cable un clip de una versión relanzada del clásico en castellano y en voz de ' Pappo ' Napolitano. De inmediato busqué el antecedente y verifiqué que es una composición original de Bobby Troup (1946), la que fue repuesta con singular éxito por Chuck Berry (en 1961, en su versión más difundida); posteriores covers los hicieron Nat King Cole (1963, segunda versión, esta vez sin su Trío), los Rolling Stones (circa 1964), Dépêche Mode (1989, en versión techno), Brian Setzer (1996) y Manhattan Transfer (1992). Y sospecho que también fue sampleada para el original de aquel comercial ochentero de jeans Levi's (es más, acordándome de la letra de ese comercial, me fijo que si no es, se muere de ganas).

Como fuere, en la ocasión que tuve en suerte darme una vueltita por California (que, románticamente sea dicho, sólo fue para ir ver MacArthur Park con los propios ojos), en camino hacia Las Vegas, en romería a la tumba de Bugsy Siegel y a las máquinas tragamonedas de a dólar, topamos con parte del magnífico y celebérrimo camino, el cual estaba superpuesto a alguna carretera californiana cuyo nombre, por supuesto, ya olvidé. Para eventual disfrute, junto con el audio de Pappo acompaño también modesto testimonio gráfico, único recuerdo que quedó de mi paso por el Mother Road, luego de que en alguna gasolinera de Nevada alguien se pelara la bolsa con mis mugs y calcomanías alusivas (sí, allá también pasa, a veces).

- 'Ruta 66', Pappo, EMI Records, 1999 -
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- 'A desert road from Vegas to nowhere...', como dice 'Calling You' de la película 'Baghdad Cafe' -