26 marzo, 2007

Huancayo, Reloaded



El pasado viernes 23, cúpome en suerte integrar el panel de presentación del libro 'Lecciones De Origami' de Augusto Effio en el auditorio del Colegio Claretiano, en Huancayo. Ante nutrida asistencia 'Lecciones' fue lúcidamente analizada por los distinguidos personajes de letras Sandro Bossio y Carolina Ocampo. En su intervención, la poeta Carolina Ocampo destacó la destreza de Effio para aproximar al lector hacia los sentimientos de sus personajes -tan disímiles en su construcción pero tan parecidos por la opacidad de sus pretensiones- y el elocuente nervio que brota de la lectura. A su turno, Sandro Bossio encomió la escrupulosa dedicación de Effio al manejo del lenguaje, en un estilo que definió como 'sereno e intimista el cual, no obstante, no descuida un adecuado manejo de los ritmos narrativos'. El cierre de la presentación correspondió al propio Effio Ordóñez, quien expresó -con risueño convencimiento- que con el acto concluía el capítulo correspondiente a ésta, su opera prima. Material gráfico de la presentación será posteado apenas esté disponible (y, por cierto, si hubo algún lector que se esté preguntando acerca de qué fue lo que dijo El Metrónomo cuando tuvo que decir algo, holgará decir que fue algo absolutamente prescindible: Normita, por favor abstente de cualquier comentario).

En lo que duró esta visita a la Incontrastable, cupo también presenciar un desfile de numerosas comparsas de huaylarsh discurriendo por la Calle Real frente a la Plaza Constitución; dicho sea de paso, confirmé que -en efecto- no era la misma plaza que aquella de la que habla Borges cuando dijo eso de "La candente mañana de Febrero en que Beatriz Viterbo murió (... ) noté que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios". Dos cositas al respecto: la primera, el gusto enorme de verificar la compenetración de la gente del valle para con su música (el huaylarsh), la cual constituye un extraordinario frente de defensa contra la penetración indiscriminada de ritmos foráneos y adefesieros (recuérdese mi previo 'Inquietudes Sobre El Síndrome de Inmunodeficiencia Acentual Adquirida'), y la segunda, poder comprobar emocionadamente que tal compromiso no se fija ni en miserias ni en otras estrecheces. Sobre esto, este cronista confiesa el entusiasta y conmovido aplauso que dedicó a un grupo de bailarines de cierta comunidad campesina los que, pese a estar ataviados con las vestimentas más humildes de todo el corso y a ir acompañados musicalmente por sólo un saxofón (hecho artesanalmente, con un tubo de metal), derrocharon no sólo las sonrisas sino los pasos más vibrantes de todo el desfile. ¡Y después decimos que los peruanos no tenemos motivos de orgullo patrio!... ¡'arajo!

El sábado cupo también en suerte a este Baliente Metrónomo acompañar al édito escritor Effio Ordóñez (cual fiel escudero y en previsión de que -fruto de inusual soroche- la emprendiera contra alguna caravana de gentes peregrinas y dobladas de agravios o acudiera en socorro de alguna dama en apuros) durante el programa cultural 'El Hablador', propalado las mañanas de los sábados por Radio Universitaria 89.5 F.M. El conductor del espacio es el comunicador huancaíno Jorge Jaime (Woody Allen, para los amigos y también para este irrespetuoso Metrónomo), personaje que combina sus virtuosas dotes de análisis literario con las de una muy enterada apreciación musical. La charla duró una hora completa, habiendo tenido Augusto la ocasión de exponer sus amplios conocimientos de la narrativa mundial y comentar sobre sus futuros proyectos en lo literario, todo lo cual no fue desmerecido ni siquiera por las desatinadas intervenciones de este metronómico pechito (cito: 'Mis cinco libros preferidos son tres...', 'Y para quienes no tengan el gusto de conocer a Jorge en persona, sí, es igualito a Woody Allen' o especialmente esa de 'Jorge, la próxima vez tendrás que decirte algo, más que sea un vodkita...'). De acuerdo con información que acaba de llegar a este despacho, a esa hora barrimos con el rating (y, naturalmente, a lo barrido lo pusimos bajo la alfombra).

En postergada visita al valle, cúpole tanto a Augusto como a El Metrónomo, disfrutar de dos lugares turísticos muy poco explotados en el valle: las ruinas de Wari Willca y las qollqas de Arwaturo. El primero es un bello santuario de influencias Wari cuyo nombre adosa el sufijo willca (alma), en íntima asociación a lo espiritual de la zona y que cobija místicamente dos espléndidos molles cuya antigüedad bordea los quinientos años. Las qollqas (o graneros) de Arwaturo, en cambio, se encuentran en las inmediaciones de la zona de Chongos Bajo (que en realidad, están bien alto) y se accede a ellas culminando los quinientos diecisiete escalones de una empinada escalera de piedra; empero, la vista que desde allí se tiene del valle es impagable y vale su peso en jade (es natural: a tres mil quinientos metros y quinientos diecisiete escalones más arriba uno acaba, necesariamente, jadeando).

Finalmente, tres notas que no vienen a cuento, pero que deben ser mencionadas: la primera es que este Metrónomo ha efectuado las averiguaciones acerca del origen de la orden Claretiana -recordemos que la presentación de 'Lecciones' ocurrió en el auditorio del colegio de Huancayo que pertenece a la misma y que es alma mater de Effio Ordóñez- y soslaya la inquietante conclusión de que su fundador, José María Claret, probablemente haya sido inveterado dipsómano con especial afición por los vinos robustos, ásperos y pálidos (o sea, por los clarets). La segunda es que, tras visionar (¡qué feo verbo!) la película 'Walk The Line', he llegado a la conclusión de que Reese Whiterspoon no me va a simpatizar nunca porque es igualita a una de esas tías con las que de chico uno jamás tuvo sueños eróticos (¡puaj!). Finalmente, como corresponde a todo titular de columna de opinión literaria-musical que no se detiene a prejuzgar ningún género sonoro, máxime si aún vibra entusiastamente con el recuerdo de un generoso derroche de huaylarsh, razón que le impelió a buscar apresuradamente un CD de banda o grupo regional representativo, hallando el respectivo en el mercadillo más próximo a sólo cinco soles, 'Original, caserito' (jotototó jotototó), permítese este Metrónomo incluir el difundido éxito de la Orquesta Los Flamantes de Huancayo intitulado 'Qué Tal Soy' (elección difícil y hasta injusta entre los grandes éxitos de la banda, pues deja atrás otros reconocidos hits como son 'El Resentido', 'El Chatín' y por qué no, 'El Enchufe'). Los oyentes acuciosos disfrutarán los aires blueseados del saxo que inicia el tema.

Eso e' todo cuanto hay que decir por hoy.

('Qué Tal Soy', Los Flamantes, 2005)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Charlis, y del viaje sos fotos...

Los hijos negados del Dr. No dijo...

A Daniuska, Madeleine, Kathya, Yennifer y demás chicas del Cenecape:

Las fotos aún no han sido reveladas porque las tomó un fotógrafo que convocamos desde la Plaza Constitución y que, dada la magnitud del evento, no dudó en dejar su caballito disecado a fin de recoger testimonio gráfico del evento. Empero, hasta el momento no se ha manifestado, puesto que -al parecer- algún malintencionado deslizó el comentario de que las mismas podrían ser posteadas ulteriormente en este libelo electrónico. "¡Nu mi judan!", dicen que dijo, "Qui isi Baliente Mitrúnumu es bien shrrata y se va a pelarsh mi copirráitsh de mis fotetus... Siré serrano pero no cojodo..."

Confío vivamente en que lo va a reconsiderar en plazo muy breve.

Entretanto, paciencia, chicas.

El Metrónomo.