En un suburbio de la ciudad canadiense de Toronto se investigó el supuesto caso de un hombre en estado de gestación. El individuo, de origen sudamericano y de iniciales A.D.I.T.A., presentó un balonamiento progresivo de la cavidad ventral con expansión de la fascia subdiafragmática, es decir, de la prolongación del saco facial intraabdominal; el esfínter esofágico interior estaba severamente afectado en su límite superior de inserción en la membrana frenoesofágica y en la capa submucosa del esófago.
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Tras una revisión más detenida, se descartó el proceso de gestación: todo se redujo a un generoso tacu-tacu sin aceite de oliva, precedido de una entrada de champiñones cargadísima al ajo más una gruesa porción de rachi con ají colorado y cebolla china que el interfecto había engullido casi sin tomar aire, algunos meses atrás ocasionándole una descomunal obstrucción meteórica.
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Previa laxada, el individuo fue pronto dado de alta con la condición de que no vuelva a empujarse tanta cochinada junta.
6 comentarios:
Que tal atracon de este hombre, por lo menos hubiera tomado una cerveza negra al polo para bajar tanta comilona o una buena cantidad de aji lo hubiese ayudado...
ADITA...animal devorando inmensas toneladas alimenticias.
¡Toda la razón, E.M.Peruana, qué tal atracón!
Reincidente además, pues de este individuo se cuenta que en su país natal y provincia de adoción no pedía los sánguches por unidades, sino por horas o fracción, como si se tratara del cobro en playa de estacionamiento, bajándolos luego -según él- con un vasito de cebada tibia que sorbía afectadamente, con los labios puestos en 'u' y el dedo meñique levantado. También se cuenta que alguna vez se le vio fajándose cuerpo a cuerpo contra un lechón en las costas del Pacífico a la voz de '¡Sólo uno queda!'. Previsiblemente, sólo A.D.I.T.A. supervivió.
Tan descomunal ingesta sólo encuentra parangón histórico en el célebre gourmand español Torcuato N.N., a cuya memoria se dedicaron los siguientes versos: "Ayer convidé a Torcuato. / Comió sopas y puchero / Cuatro piernas de cordero, dos gazapillos y un pato. / Doyle vino y respondió: / 'Tomadlo por vuestra vida, / Que hasta mitad de comida / No acostumbro a beber yo'..."
Estimado Metronomo, basado en mi derecho de replica, exijo una formal rectificacion referente a alguna calumnias plasmadas en su ultimo post :
1. El de la foto no es ADITA, si va a difamarme de esa forma, por lo menos ponga una fotografia verdadera.
2. El Tacutacu siempre tiene que acompañarse con su aceite de oliva extra virgen y zarsa criolla (opcional) y su lomo apanado (indispensable), sino que pregunte en Sabana Grande, Puelto Jico.
3. De los champiñones no raje, que hay que poner orden la gente para que no termine lamiendo el plato, ademas eso de "cargado al ajo" es mariconada de metronomo metrosexual.
4. Mi estimada Peruana, la cerveza negra puede causar un desenlace fatal. Lo mejor para bajar semejante atracon es un buen pisco, anisado o algun brebaje destilado de alto octanaje siguiendo las sabias enseñanzas del Gaucho Fajardo que dice " a mi traigame...de los tragos, el mas fuerte ...y de las mujeres, la mas puta").
5. Lo de los sanguches donde Gitano no es una leyenda urbana, es totalmente cierto. Pero se ha omitido los intermedios de pejerrey arrebozado (pan con tiburon) por cada dos de lechon (MLP), ademas la cebada es extraordinaria, sino que lo diga el Gordo Corrochano (buen viaje Gordo, saludame a la Choba, Loira, Tixero y cia !!!)
Los sanguches de Gitano se pueden encontrar en la Plaza de Armas de Grocio Prado s/n, Chincha Alta, Ica, Peru (Metronomo imprima copia del post, pal canje)
6. En lo del lechon se omiten detalles dos detalles importantes. No olvide que despues de lo del lechon me meti al mar y al rato tuve que salir precipitadamente por que un atunero japones estaba siguiendome con malas intenciones. Ademas, lo que no cuenta es que a usted le daban el pejello crujiente " a la boquita".
7. El tal Torcuato es un chancay de a medio, no hay existe comparacion posible.
Le agradecere Metronomo haga las rectificaciones señaladas, de los contrario exijo que nombre sus padrinos para dilucidar eso en el campo del honor. Sugiero, dado lo grave de la ofensa, que el duelo se lleve a cabo en La Granja Azul.
Atentamente
ADITA
A ver... Por partes y 'cuchareadas' (dijo el Dr. De La Cruz, otrora conocido como Herodes), paso a responder a A.D.I.T.A.
1. Si bien la foto incluida en el post no corresponde a A.D.I.T.A. en la actualidad, el parecido a cuando rompía bobos en el alma mater de la Avenida Salaverry es incuestionable. En dicha época el susodicho usaba patillas aguzadas y sombra de barba al más puro estilo Willy Rivera, conocido sonero chalaco. Ciertamente, la legión de amigos de los salones de baños turcos que solía frecuentar A.D.I.T.A. cuando aún vivía en esta tres-veces-temblorosa villa podrán dar fe de ello.
2. Sin duda, el tacu-tacu va muy bien acompañado por su sábana apanada; empero, la adición pretenciosa y peninsular del aceite de oliva estropea malamente el sabor a tierra que todo buen frijol que se precie. Y si va a llevar cebolla, que sea en un sofrito o un saltado, porque cruda es anticonceptiva (nadie se le acerca uno por el semejante tufazo).
3. Sobre los ajos, A.D.I.T.A., si bien sobre gustos y colores no han escrito los autores, encuentro feble su argumento. Los ajos saben mal y también provocan un aliento espanta vampiros, no por nada estos bichos le temen.
4. Convengo que un anisadito caería bien, pero tratándose del cuasi canibalismo que se da cuando A.D.I.T.A. engulle marranos, habría que ver quién debería tomarlo, por aquello de no saber a quién desear que 'no le caiga mal el chancho'.
5. En efecto, lo de los 'baberos' de pejerrey es una infausta omisión. Mea culpa (si es más por lo de 'mea', ya sabe: hágalo en el baño, porque 'Entre su arte y mi arte, yo prefiero mi arte' además que creo en eso de 'No temáis al que ya temió'). Disiento en lo de la bebida: nada mejor para una butifarra campechana que una buena Inca Kola heladaza, y si es con hielo, mejor. Nada de cebadas ni emolientes, que saben a baño turco (de ahí, quién sabe, la afición).
6. La circunstancia mencionada acerca de los cueros presentados en tenedor e invitados a la boca, estimad@ A.D.I.T.A. sólo se lo consentía yo a mi Cumpa -hoy ausente y vecino en algún suburbio de la ciudad de Toronto, Canadá- en razón de una explicación de alguno de sus seres más querido, quien me pidió entender tal mariconada como una concesión a la terapia psicológica que mi Cumpa había seguido en años previos, consistente en desinhibirse de todo prejuicio y dejar aflorar su subconsciente más íntimo. Otra manifestación elocuente de los efectos secundarios de dicha terapia ocurría cuando mi Cumpa (hoy ausente, insisto) se ponía a ensayar sandungueros bailes tropicalones con un vaso chelero sobre la cabeza en los oscuros antros discotequeros chinchanos, pero la narración de ello ameritaría un post completo.
7. Posiblemente Torcuato resulte un chancay de a veinte, totalmente de acuerdo. No sería rival digno de A.D.I.T.A., quien alguna vez demostró su valía engullendo una vez -como podría atestiguar de primera mano- las piezas de carne de una parrillada destinada a tres numerarios del Opus, dos geniales colegas y hasta los huesitos que corresponderían a un transeúnte can (también del Opus): grande fue la sorpresa de éstos cuando se dirigían a picar su asadito de tira o, en su defecto, un choricito, y no encontraron más que cenizas (porque hasta el carbón se morfó, dizque para atenuar la acidez del vino Chumbiauqué ofrecido para el convite).
Como dijo Forrest Gump, 'Eso es todo lo que tengo que decir acerca de eso...'
No me diga Ud. que el Gordo Corrochano se fue a visitar a Don Julio!!!
Asi es Don Torcuato, el Gordo partio. Como dicen en la provincia se murio toditito. Gran perdida, un gran amigo y compañero fijo a donde Gitano.
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