24 julio, 2006

De Algunos Protocolos Yankees


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(O sea, más o menos el tratado de aquello que desmiente parcialmente eso de 'I like To Live In America' pero que también a veces lo revalora)

Debe haberlas también en el castellano, pero sé de algunas cuantas expresiones del inglés norteamericano (no me consta en el británico, para qué digo que no, si sí) que son -si cabe el término- infames.
¿Alguna vez has querido invitar un trago a algún gringo diciéndoselo en inglés?... Bueno, en lo coloquial no hay traducción amable de la cordialidad que uno quiere expresar invitando a un trago. Los americanos simplemente compran un trago para ti (fueres del género que fueres): Could I buy you a drink?. Bastante feo y monetarizado el asunto para nuestros estándares de protocolo, a decir verdad.
¿Necesitaste alguna vez saber dónde, con precisión, estará alguien a quien pudieras requerir en alguna instancia pronta?. 'Si me necesitas, estoy en la cocina...' ('If you need me, I'll be in the kitchen...'). [Probable respuesta machista y peruana: 'Si te necesitara, mamita, te pego un grito. No necesito que me digas dónde estarás...'].
'Thanks for the meal...' dice el gringo recién acabado de comer (aún, por supuesto, con el pico brilloso). Con precisión quirúrgica un poco más y dice 'Thanks for the 120 grams of white asparagus, those 100 grams of white boiled rice and 250 grams of meat'. Muy poco protocolar también para nuestros gustos, tan genéricos y tan adictos a la imprecisión, que optarían a lo mejor por un 'La comida estuvo rica' o 'Muchas gracias por la velada...' O algo así, por el estilo.
El 'You, take good care!' que aquí hemos traído de contra en el 'Chau, ¡cuídate!' que se usa en ciertos círculos. Y si no hay confianza, va con 'Chau, ¡cuídese!', como si la insinuación de que tenemos, imperativamente, que cuidarnos no fuera ya y de por sí un exceso de confianza. No quiero, pues. No me da la gana de cuidarme, y por último, ¿qué te importa si me cuido o no?... (salvo, claro está, que se trate de una persona cercana a la que pedimos que tome precauciones, eso sí). Frialdad más falta al protocolo. Un verdadero horror.
Y si hay algo que francamente odio escuchar (o leer) es aquello que para los norteamericanos pareciera ser apenas una muestra individualizada de su sociológico y secular egocentrismo. En vez de expresar con cortesía o prudencia el gusto que tal o cual película o canción o álbum les produce, expresan casi siempre su irreductible e incontrovertible opinión a través de un 'It's my all time favorite': o sea, ya no... después de un juicio tan categórico, no hay pasado ni presente que valgan. [Respuesta probable peruana, bien a lo Guajaja: ¡Y a mí qué chu!]
He descubierto, sin embargo, dos cosillas que hablan en favor del inglés coloquial norteamericano. Uno, su manera tan poética de decir celeste: 'light blue' (meaning, literalmente, azul ligero, o más artísticamente, azul de luz...). Y dos, la manera ingeniosa en que llaman a nuestro andinísimo camote: 'sweet potato' (¿no es simpática la asociación de convertir, a falta de mejor palabra, una papa en una papa dulce?).
Cosas del Orinoco, que tú no sabes y yo tampoco...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bueno es leerle licenciado...siempre.
T.